martes, 28 de septiembre de 2010

Estamos escribiendo la Historia

Hoy, CFK dijo en su alocución de la ONU que eran impensables hace sólo unas décadas atrás, algunos eventos que han cambiado drásticamente nuestras vidas, a nivel mundial. Y tengo que coincidir. Cuando yo iba a la Universidad, en los 70, nadie soñaba que en 19 años más caería el Muro de Berlín. Es un ejemplo, pero muy válido. Si somos apasionados lectores de Historia, sabremos que los cambios socio-culturales-económicos se daban suavemente, gradualmente y tal vez así las sociedades tenían mayor posibilidades de adaptación al nuevo ritmo. La inmediatez de las comunicaciones globales hace posible que si una hoja cae el el Báltico, espanta las aves en Australia...como dice el dicho. Muchas veces no tenemos la oportunidad ni el tiempo real de digerir y metabolizar el nuevo escenario y sentimos que nos quedamos atrás. Además, reconozcamos que no todos recibimos la información en forma pareja, con plenitud y al mismo tiempo. 
Pero los eventos se suceden a ritmo vertiginoso. Y somos testigos privilegiados. Como si fuera un multicine, esperamos frente al televisor cómo y cuando las tropas de EEUU atrapaban a Sadam y este reality le quitaba horror a la guerra, la impersonalizaba porque esta televisada. Y levantamos la vista asombrados cuando un avión y luego otro, se incrustaban en esos edificios emblema del poder económico. Y nos prendemos a los comentarios y comentamos, y opinamos, y buscamos información en diarios, en internet y compartimos nuestra experiencia con personas de todo el mundo a quienes nunva vimos, pero con quienes intercambiamos fotos, anécdotas, repercusiones domésticas. Estamos vivos, somos parte del todo, no estamos aislados sino que estamos conectados con este devenir que nos zarandea de un lado a otro.
Si uno pertenece a una generación que sufrió primero del adoctrinamiento pragmático de inserción en el mundo occidental y cristiano, ninguneando las raíces americanas, latinas, oscuras y precolombinas; si a uno le impidieron el sufragio y la opción de elegir autoridades y estilo de vida, quedando a merced de los autoproclamados organizadores del ser nacional militarizados; si padecimos de indiferencia crónica hacia la política, si  calmamos nuestra conciencia con los cómodos "algo habrán hecho", "yo...argentino" ... entonces, hoy, sesentones pero de ninguna manera gerontes, nos damos un baño de participación y marchamos, twitteamos, bloggeamos...
Y no dejo de sentirme cada vez mejor porque Argentina, mi vapuleado país, está siendo nuevamente reconocido, buscado, integrado y respetado dentro del resto de países que tambien, van acomodando sus realidades. Porque es el país, esa Patria bicentenaria y soñada pòr Belgrano, Rosas (sí, tambien él), San Martín, Güemes, Perón y tantos NN que soñaron a costa de sus propias vidas... es el país el que preside el Grupo 77, el que es Secretario de UNASUR, el que es invitado a la mesa oficial de la ONU... Las personas nos representan porque fueron elegidas para dirigir el Poder Ejecutivo en elecciones libres y democráticas por todos nosotros. Y estas personas están ejerciendo ese mando con idoneidad, pasión, compromiso. Y una es mujer, encima y dejen que me sienta aún más orgullosa viendo a Cristina, desenvuelta, lúcida, elegante, sin achicarse frente a los popes intocables que hasta hace una década , nos hacían bailar con sólo tronar los dedos.
Empezó bien la primavera.

1 comentario:

  1. Un gran post, Chela.

    La tecnología, de alguna manera, nos está obligando a entender los cambios más rápido de lo que muchas veces somos capaces de hacerlo.
    Hace un tiempo leía que la información que hoy tiene un diario común en una semana es la información que recibía una persona en la Edad Media durante toda su vida.
    Y ahí hay que darle un poco la razón a Ignacio Ramonet, cuando dice que la información basura tapa a la información.

    Con respecto al discurso de Cristina: para sacarse el sombrero, tal cual nos tiene malacostumbrados. Tan es así que hasta la UCR apoyó la idea de un tercer país para resolver la cuestión Irán-AMIA.

    Un abrazo grande.

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