viernes, 15 de enero de 2010

En Baires hay olas...: olas de calor, olas de información, olas de opinólogos de todas las calañas, olas de turistas que tratan de desenchufarse y cargar las pilas, olas de protestatarios de todo lo que se les propone, olas de corta calles como si fueran dueños de nuestro libre paso...olas de estupidez también! Y quedamos pegados los que quisiéramos mantenernos a flote, salvándonos del oleaje!
Lo que no queremos entender que la única tabla que nos salvará del hundimiento no vendrá de afuera: la tenemos que fabricar nosotros! Cada uno, desde ese pequeño y anónimo lugar del mundo que nos corresponde, puede y debe empezar a juntar pedazo a pedazo su tabla salvadora. Con esfuerzo, con terquedad, sin desmayar, sin miedos, sin dejarse atropellar.

martes, 12 de enero de 2010

Es difícil decir en pocas líneas qué espero de este emprendimiento. estoy segura de algo: me gusta leer los blog de otras personas y lo hago con respeto, curiosidad y espectativa. Porque de cada uno se aprende algo, se clarifica un concepto, se agrega una experiencia. Espero que quienes encuentren mi blog también sientan lo mismo. No soy una intelectual que va a desgranar perlas de sabiduría. Pero tengo sentido común, memoria, información variada y válida, de modo que cuando escribo, ya he metabolizado lo que recibo del afuera con lo que mi propia vida me dejó.
Tengo media docena de décadas sobre mis hombros y en ellas, pasaron tantas y tantas cosas, en mi vida personal, en mi país, en el mundo. A veces creo que fuimos una generación privilegiada los que nacimos al promediar el siglo XX, pero también arrastramos la maldición de no haber podido aprovechar cada hecho y cada cambio. La existencia fue tan rápida, tan a saltos enormes, tan inmediato su conocimiento al resto del universo que no terminábamos de digerir una idea cuando ya había otras ocupándonos. Hoy, mi país no parece tener la capacidad de erguirse a la altura de su potencial y se deja enredar en mezquindades, abusa de la mala política en pos de beneficios y prebendas personales, endiosa a hombres y mujeres que bastardean las posiciones que la sociedad les confió pues su único norte es el ejercicio aberrante del poder. Sin embargo, aún tengo esperanzas. Veo a mis hijos estudiando y trabajando, haciendo oídos sordos a estas letanías apocalípticas que nos regalan los medios y fabricándose un camino propio y eso me da esperanzas. Que sean libres, que piensen de acuerdo a sus sentimientos y saberes, que sueñen en grande, que se vuelvan a levantar cada vez que un mal nacido los voltee. Y me apasiona ser testigo. Y este blog reemplazará aquél "diario" que sabíamos escribir en nuestra juventud. Ser testigo y dar testimonio es vivir...lo cual no es poco!

Elementos compartidos de CHELA