Debemos imitar a Cristina

A veces es mejor tomar un poco de distancia y ver la cosa desde arriba. Se perfila más claro. Hace poco barruntábamos acerca de la inmediatez de la información recibida y cómo impacta en nuestra vida diaria, así nos dediquemos a lo que sea o nos pongamos a filosofar sobre los temas humanísticos y sociológicos. Esa información no viene digerida, el metabolismo y la aprehensión corre por cuenta de cada uno. Y no todos estamos preparados para asimilar el cambio y pasar al siguiente nivel - como un jueguito electrónico - y nos quedamos o nos atenemos a lo que va a interferir directamente en nuestro diario vivir. Nadie puede, hoy, leer ni escuchar ni ver TODO lo que sucede alrededor.
Por eso, estoy convencida que los líderes deben hacer DOCENCIA. Y es lo que terca y tozudamente hace Cristina. Cada día habla, explica, reitera, vuelve una y otra vez  sobre cada proceso. No permite que se olviden n i tergiversen las acciones emprendidas y logradas en estos 8 años de humanización, libertades individuales, justicia para los olvidados, reconocimiento para los viejos, inclusión para los hijos y las madres que deben escolarizarlos y vacunarlos (o sea, ingresarlos al "sistema" para que no sean victimizados por la angurria de los poderosos), voces diversas escuchadas en medios libres... Y seguir generando trabajo y valor agregado a las materias primas y devolviendo deudas para ganar en orgullo nacional y reconocimiento mundial y rajarle a las debacles financieras liberales con medidas contracíclicas que parecían cuentos de hadas.
Y esta prédica no puede enturbiarse con estupideces ni mezquindades personales. Y debe servir para multiplicar, y cada uno de nosotros - por el medio que sea, en la tribuna que pueda - debe imitarla y animarse a difundir en la mesa familia, en la oficina, en el club, en la cola del tren... Tengamos la obligación y el convencimiento de enseñar, de explicar, de ejercer memoria y comparación.
No supongamos, empero, que el 100% pensará como nosotros. Eso sería asaz estúpido y contraproducente. Que haya otras ideas, otros planes, nuevos y mejores opciones será la seguridad del crecimiento intelectual, social e instucional.