lunes, 25 de abril de 2011

El semillero del modelo nac&pop

Hoy es tiempo para los jóvenes. Se acabó el paradigma de los "adultos" construyendo para nuestros nitos. Hoy, nuestros hijos y nietos construyen desde su juventud desenfadada, apasionada, contestataria. Es una muchachada distinta a la de los 70, aquélla que terminó desaparecida no solamente en lo físico, en el genocidio. Desapareció de la política, fue borrada su militancia y se ocultó durante los 80, no por miedo sino porque no había mucho para mostrar. Antes bien, había decepción y desconcierto. Los 90 fueron otro caos donde la política era entrega, frivolidad y la obcenidad del poder era la única moneda. Nuestros jóvenes se refugiaron en ídolos de barro, en adicciones que inteligentemente nos traían de afuera para tenernos sojuzgados y colonizarnos aún más.
El aporte más novedoso y bizarro del kirchnerismo fue, creo yo, la recuperación de los chicos y chicas para la política. Hacerlos militantes, enamorarlos con la posibilidad de un lugar donde ellos tuvieran espacio, voz y posibilidades. Descorrer los telones que clausuraban las imágenes manipuladas de la realidad que décadas de información dirigida y enseñar a reflexionar sobre los motivos que llevaron a un grupito a censurar, corromper, entregar la Patria, subvertir principios y valores. Y se hizo desde abajo hacia arriba. En las villas, en los barrios obreros llenos de comedores para brazos fuertes inactivos, en las escuelas donde las maestras eran asistentes sociales antes que pedagogas. Y en la universidad pública. Y cuando la remada continua, sistemática, programada para salir del estancamiento repugnante del neoliberalismo empezó a hacer retrtoceder las aguas servidas para emerger en trabajo, en planes sociales necesarios pero limitados a la promesa de es hasta conseguir trabajo, en mostrar que una justicia inclusiva y equitativa era posible para todos, en restaurar los DDHH para todos, incluso para que los genocidas tuvieran juicios con todas las garantías legales que ellos le negaron a los muertos y desaparecidos.
En cada plaza, en cada pueblo de la República, vimos JOVENES. Se mezclaban las etnias originarias con los descendientes de los barcos, la ropa fashion con las remeras lavadas mil veces, el lunfardo villero con el porteño pero eran TODAS LAS VOCES. Y la Universidad se sacudió y desestructuró años de rigidez académica y hoy vemos decanos y profesores de pelo largo, descorbatados, jugados en un revisionismo sin pacatería ni estupideces. No adoctrinan: muestran, hacen reflexionar, dan libertad de elegir caminos...
Si este proyecto nac&pop quiere consolidarse, debe profundizar los cuadros jóvenes. Construir un semillero de hombres y mujeres instruídos, capacitados, comprometidos, convencidos y convincentes. Son el recambio generacional que todo partido político necesita. Acaso no vemos que el otro partido centenario argentino, la UCR, no tiene más que el hijo de un muerto prestigioso para ofrecer???????
A los jóvenes regalemosle nuestra MEMORIA. Que no es reivindicar ciegamente lo que nos dejamos arrebatar. Memoria es conocer, es saber, es no ser indiferentes a lo perdido. A los jóvenes demosle LIBERTAD, que es tener igualdad de posibilidades, es elegir sin condicionamientos, es disentir sin que por ello peligre tu vida, es expresar tu pensamiento sin esperar que todos estén de acuerdo, es saber escuchar y hacerte escuchar.
No quiero decir que aquellos que ya no somos técnicamente jóvenes debamos desaparecer de la escena política ni social.  Seguiremos siendo los referentes, los testigos y también, los responsables de haber permitido.

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